El Turismo Azul

De acuerdo con la Organización Mundial del Turismo, se entiende en el marco del turismo azul las siguientes tipologías de turismo:

Turismo costero

Actividades turísticas que tienen su base en tierra costera, como la natación, el surf, tomar el sol y otras actividades costeras de ocio, recreo y deporte que tienen lugar a orillas de un mar, un lago o un río.

Turismo marítimo

Actividades turísticas que tienen su base en tierra costera, como la natación, el surf, tomar el sol y otras actividades costeras de ocio, recreo y deporte que tienen lugar a orillas de un mar, un lago o un río.

Turismo de aguas interiores

Actividades turísticas como los cruceros, la navegación en yates o barcos y los deportes náuticos que tienen lugar en entornos con influencia del agua, situados dentro de las fronteras terrestres, e incluyen lagos, ríos, pozas, arroyos, aguas subterráneas, manantiales, ríos subterráneos y otros entornos agrupados tradicionalmente como aguas interiores.

A diferencia de otros segmentos turísticos más consolidados, no existen estadísticas o estudios que determinen el perfil de un usuario tipo del segmento del turismo azul. Sin embargo, si puede realizarse una aproximación a este perfil teniendo en cuenta las actividades asociadas al turismo azul.

En este sentido, el conocimiento existente sobre segmentos de demanda tales como el turismo de cruceros (40,6€ / día en los destinos andaluces), el turismo de actividades deportivas o el turismo de naturaleza (90,02 y 58,53 € / día, respectivamente, según estadísticas recogidas por el INE para España) permite la aproximación a un perfil bien situado en cuanto al nivel de gasto esperado, próximo al gasto medio de los segmentos de consumo identificados, aunque será conveniente en un futuro conocer en más profundidad el nivel de gasto medio que puede estar asociado a cada tipo de actividad del turismo azul, a saber:

1. Navegación deportiva con embarcación propia
2. Chárter náutico, para navegación libre o en flotilla
3. Submarinismo-buceo: escuelas y centros de práctica
4. Windsurfing y tabla
5. Pesca deportiva
6. Remo, piragüismo, kayak y paddle surf
7. Cruceros
8. Grandes veleros
9. Catamarán y vela ligera
10. Esquí acuático, flysurf y kitesurf
11. Motos acuáticas
12. Avistamiento de cetáceos

En cuanto a las características físicas y del entorno de aquellos destinos y puntos turísticos en los que se desarrollan estas actividades, la única condición común para todas ellas es la existencia de una lámina de agua. Una fortaleza de este segmento turístico es que el mismo no entiende de unas condiciones meteorológicas únicas. Algunas de las actividades antes citadas ven una ventaja en la existencia de unos condicionantes atmosféricos en que generalmente son adversos para la práctica de otras actividades turísticas (Véase la práctica de deportes como el kitesurf, el surf o la vela).

Esta única condición tiene asociadas otras posibles barreras asociadas a la vulnerabilidad de los destinos turísticos: la dependencia de la existencia de una lámina de agua pone en evidencia la dependencia del mismo hacia factores climáticos extremos. Por ejemplo, la sequía -en el caso de turismo de agua interior- o lo temporales -en el caso de turismo costero y de alta mar- pueden reducir drásticamente la práctica de estas actividades.

A estos condicionantes físicos se une, generalmente, la existencia de unas infraestructuras y equipamientos propios como las marinas y puertos. Estos equipamientos son cruciales para la práctica de actividades como el avistamiento de cetáceos, la navegación en embarcaciones propias o de chárter náutico, o, por supuesto, el tráfico de cruceros. Equipamientos que también son necesarios, aunque en menor medida, para el desarrollo de otras actividades del turismo azul: actividades como el remo el kayak, los deportes de viento o, en menor medida, el paddle surf siguen requiriendo este tipo de infraestructuras para su desarrollo.

Además de la dependencia identificada, estos espacios -habitualmente próximos a espacios urbanos y punto de encuentro de actividades económicos de diverso tipo- son lugares vulnerables a riesgos de origen humano como pueden ser los episodios de contaminación, que pueden bloquear por completo el desarrollo de esta actividad. Hechos, junto a la vulnerabilidad climática, que invitan a la apuesta por un turismo azul sostenible.

Otro reto al que se enfrenta el turismo azul para su desarrollo es su consolidación como segmento de oferta. Aunque las actividades vinculadas al turismo en estos espacios son actividades con mucha tradición, a excepción del turismo de cruceros no son actividades que formen una oferta turística consolidada. Habitualmente no hay relación entre organizaciones que realizan actividades de turismo azul, ni con actividades de otros segmentos turísticos, como sí suele ocurrir con otros segmentos como el turismo cultural o el turismo de sol y playa, que habitualmente coexiste con el tipo de turismo que aquí se analiza. En el marco del proyecto ATLAZUL se está investigando el perfil y comportamiento de las entidades que realizan actividades en torno al turismo azul, información clave para avanzar en la profesionalización del sector y el establecimiento de mecanismos de colaboración entre los agentes del turismo azul y el resto de la industria turística.

El turismo azul habitualmente coexiste con otros segmentos muy consolidados, un hecho que puede ser clave para su desarrollo futuro. Por ejemplo, las actividades relacionadas con el turismo azul no son necesariamente estacionales (como puede ser el turismo de sol y playa o el turismo de nieve). Si bien sí se ven beneficiadas por las condiciones de la estacionalidad, pueden realizarse todo el año a la vez que pueden servir de complemento a segmentos turísticos que sí son claramente estacionales. En este sentido el turismo azul puede jugar un papel importante en destinos maduros y saturados para corregir la presión sobre algunos equipamientos.
Asimismo, aunque no se trate de un segmento turístico consolidado, si está asociado a actividades turísticas con tradición como son los eventos náuticos y deportivos, con gran capacidad para la dinamización puntual de los destinos turísticos. Si bien se trata de actividades que ejercen mucha presión sobre el medio cuando tienen lugar, otro de los principales retos a los que se enfrenta la gestión sostenible del turismo azul.

En este sentido deben jugar un papel clave las entidades responsables de la gobernanza de los destinos turísticos consolidados en la práctica de actividades de turismo azul, por tratarse de aquellos espacios con más experiencia, la cual puede servir de referencia para el desarrollo sostenible de actividades y destinos turísticos vinculados al turismo azul.

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